Las leyes de la vida son también aquellas que se invocan para justificar cosas complicadas sin mucho palabrerío, por quienes han experimentado las consecuencias de vivir, diciendo: “es como la vida misma”.
El devenir del tiempo hace que la acumulación de esfuerzos, acciones, reacciones, etc. etc. resulten en un imbricado devenir, que da lugar a la teoría del caos como la perfección de la evolución.
Es así que lo que resulta improbable con análisis clásicos de Causa-Efecto, se abre camino explosivamente con la acumulación de voluntades, en un tiempo y espacio próspero para la germinación de tanta lucha y desesperanza acumulada.
Lo que en un momento no pudo ser, resultará posible cuando la vida misma así lo disponga. No es cuestión de conveniencia, decretada por estudios muy argumentados de especialistas o profesionales en la materia, es cuestión de las expresiones de la vida de los pueblos.
Hoy nos encontramos con que lo que muchos pensábamos que era asunto caduco, realmente no lo es. Y nos encontramos con que no se puede decretar la paz y el perdón por fuera de las leyes de la vida, sean éstas caóticas o no. Nos encontramos con que la acumulación de tanta desesperanza para que la verdad y justicia se abriera paso, se transforma en esperanza y nos contagia de alegría.
Tal vez no sea el momento, tal vez no lo sea nunca, porque la vida misma tiene un tiempo en que los sucesos nacen, crecen y mueren, y luego sólo quedan para el recuerdo y la reivindicación histórica.
Pero tal vez sí sea el momento que el Nuevo Espacio y tantos otros no han dejado de anhelar; y sea o no sea el momento, la vida misma hará que las cosas se desarrollen y evolucionen hacia la verdad, con la justicia y dignidad que nos merecemos.
El devenir del tiempo hace que la acumulación de esfuerzos, acciones, reacciones, etc. etc. resulten en un imbricado devenir, que da lugar a la teoría del caos como la perfección de la evolución.
Es así que lo que resulta improbable con análisis clásicos de Causa-Efecto, se abre camino explosivamente con la acumulación de voluntades, en un tiempo y espacio próspero para la germinación de tanta lucha y desesperanza acumulada.
Lo que en un momento no pudo ser, resultará posible cuando la vida misma así lo disponga. No es cuestión de conveniencia, decretada por estudios muy argumentados de especialistas o profesionales en la materia, es cuestión de las expresiones de la vida de los pueblos.
Hoy nos encontramos con que lo que muchos pensábamos que era asunto caduco, realmente no lo es. Y nos encontramos con que no se puede decretar la paz y el perdón por fuera de las leyes de la vida, sean éstas caóticas o no. Nos encontramos con que la acumulación de tanta desesperanza para que la verdad y justicia se abriera paso, se transforma en esperanza y nos contagia de alegría.
Tal vez no sea el momento, tal vez no lo sea nunca, porque la vida misma tiene un tiempo en que los sucesos nacen, crecen y mueren, y luego sólo quedan para el recuerdo y la reivindicación histórica.
Pero tal vez sí sea el momento que el Nuevo Espacio y tantos otros no han dejado de anhelar; y sea o no sea el momento, la vida misma hará que las cosas se desarrollen y evolucionen hacia la verdad, con la justicia y dignidad que nos merecemos.
5 comentarios:
Muy interesante este análisis sobre la Ley de Caducidad, totalmente de acuerdo
Estimado Homero:
Como bien dices, la vida se va abriendo camino, también lo hizo en el caso del triunfo del FA en el 2004, camino que muchos pudimos ver, y otros, invalorables compañeros, no pudieron verlo. En el caso de la Impunidad también se abrirá camino hacia la verdad y justicia.
Un abrazo
Tu amigo Juan Genta
Tengo que informar una mala noticia: falllecio la cra. Raquel Acuña de Jose Pedro Varela. Los que conocimos a Raquel, supimos apreciar a una verdadera compañera socialista, frenteamplista y solidaria. Se que si los cros. Selva y Alejandro leen esto, van a hacer una mejor reseña de su vida que la mia, pero de verdad, estoy muy dolido, para Alejandro y para Padron un abrazo apretado y que la memoria de Raquel vivira en el recuerdo de todos los frenteamplistas de Varela. Un hasta siempre, compañera Raquel
Pasados unos dias y con la emocion del momento le cambie el nombre a Leonardo, el hijo de Raquel, lo que si, hablando con gente de Varela, al menos Raquel pudo conocer a su nieto. Mis disculpas, fue una noticia que me cayo muy mal.
Roberto Ramil
me permito hacer un comentario Frente a tantas demandas que afronta el estado uruguayo, porquè no instalan una oficina conciliadora dentro de los organismos publicos a fin de evitar gastos de abogados, salarios y timbres.
gracias
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