Municipio y Seguridad

Hace algún tiempo debatimos sobre seguridad ciudadana con Wilson Rodríguez, periodista avezado en el tema si los hay. Fue así que desde las páginas del periódico Serrano intercambiamos nuestras opiniones sobre tan complejo tema, discrepando en los síntomas pero coincidiendo en lo fundamental.
Tal debate me llevó a repasar conceptos que vamos violando y descuidando frente a las urgencias de la vorágine diaria, y que lamentablemente recordamos recién cuando nos afectan vivencias que pensábamos que nunca nos iban a afectar.
También, hace menos tiempo, publiqué en periódicos y semanarios de Minas varios artículos vinculados a los delitos informáticos y la seguridad corporativa, que respondiendo en su génesis a las mismas carencias con que los Humanos solemos interpretar nuestras prioridades, también afectan a la sociedad en la calidad de vida de sus ciudadanos, de la misma forma que la afectan las actitudes de los "amigos de los ajeno", aunque no tengan en esa sociedad el mismo tratamiento mediático.
Recuerdo que en la instancia del debate con Wilson, en las páginas de Serrano, elogié la independencia de la prensa minuana, y trasmití mi deseo de seguir debatiendo con la misma independencia también con un municipio frenteamplista; porque si hay algo que limita los posibles desvíos y tentaciones que desde el poder puedan desarrollarse, es sin lugar a dudas un prensa independiente e inteligente, como me consta que es la prensa minuana.
Para mi llegó entonces el momento de reflexionar sobre la incidencia del gobierno comunal en la seguridad ciudadana, y no me refiero solamente a cuestiones obvias, como podrían ser la iluminación de las vías públicas y la incorporación de vigilancia electrónica, entre otras posibles inversiones de la comuna que mejoren nuestra calidad de vida en ese sentido.
Para reflexionar sobre tan importante cuestión quiero referirme en estas líneas a la responsabilidad que tenemos como electores cuando elegimos a los gobernantes, porque éstos, con sus actitudes y a través de la gestión comunal, deben también ejemplificar que la desviación de Poder y otras prácticas de conjunción de intereses es inadmisible, porque más allá de la falta administrativa que pueda constatarse, implica un ejemplo intolerable, que perjudica a la sociedad toda, y que afecta por derivación y ósmosis también a la seguridad ciudadana.
Y este concepto olvidado por nuestras preocupaciones diarias no es nada nuevo, porque ya Aparicio Saravia lo indicaba cuando manifestaba "Dignidad arriba y regocijo abajo"; frase de la que se desprende el siguiente corolario: "Dignidad en la Administración para el Regocijo del administrado". Este concepto saravista no es "moco de pavo", porque el ejemplo es lo que permite terminar con apreciaciones de la ciudadanía que alimentan todo tipo de "Cambalache" y apreciaciones exitistas que justifican dichos tales como: "el que no afana es un gil"; y que a la postre terminan endiosando y admirando a quienes con la picardía, que les permite su inteligencia para evitar y saltear controles, logran el éxito personal a costa del perjuicio social.
Ese "camblalche" seduce a muchos a entregar el voto a quien no lo merece, con la esperanza de que el éxito peronal del votado le salpique por cuestiones de amistad y clientelismo político.
Eso afecta sin lugar a dudas la seguridad ciudadana, afectando también la dignidad pública. Porque si así administramos nuestro poder ciudadano, que es seguramente el voto, poco nos diferencia de quienes administran sus habilidades y poderes para acudir al pillaje, logrando también lo que no logran con su trabajo y esfuerzo, porque con ambas actitudes se pretende mejorar el bienestar propio por medio de la "distribución impropia" de los recursos que pertenecen a todos o que nos son ajenos, en vez de lograrlo con esfuerzo y trabajo productivo.
Entonces, porque pensamos que una de las debilidades más notorias de Lavalleja es el Clientelismo Político, combatimos todo este contrasentido cuando respaldamos nuestra intención de voto con el Doctor en Medicina Daniel Ximénez, pensando con tal intendente también mejorar la seguridad ciudadana, al respaldar la seguridad deseada con el ejemplo de un gobierno comunal honesto y exento de clientelismo de todo tipo, dedicado por entero a cultivar y potenciar las fortalezas de Lavalleja mientras aisla y combate las debilidades, mediante las prácticas de la excelencia en gestión.