El Nuevo Espacio y el FLS

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NUESTRA OPINIÓN EN LAVALLEJA
En Lavalleja respaldamos desde el inicio y desde siempre lo actuado por el Nuevo Espacio en la conformación del FLS y las alianzas que desde este Frente consolidamos con otros sectores, que nos llevó a presentarnos en Lavalleja con la lista 218990 para las elecciones del 25 de Octubre. Asimismo respaldamos lo actuado por nuestro líder Rafael Michelini, en procura de que dentro de ese Frente se respeten los procedimientos y acuerdos que lo hagan crecer, sean estos entre los sectores que lo integran (con o sin representación parlamentaria) y también con sectores aliados en las diferentes instancias políticas.

En esta instancia, en que muchos compañeros no supieron rescatar lo sustancial e importante que motivó al Nuevo Espacio en su reacción frente a un manejo inapropiado de los procedimientos para designar los compañeros que deben representar al FLS, queremos brindar nuestro apoyo a lo actuado por Rafael Michelini en tan importante cuestiones.

Pretender atribuir la defensa de principios y procedimientos que importan, a cuestiones de reparto de cargos, sólo puede concebirse por quienes son motivados por esas cuestiones menores, o por quienes son capaces de romper acuerdos por cuestiones de posicionamiento electoral.

Y si bien el Nuevo Espacio de Lavalleja da por clausurado los episodios, al igual que lo hizo el ejecutivo nacional, defenderemos esos principios superiores, reaccionando contra todo quien los cuestione o pretenda desenfocar el problema por fuera de lo que realmente importa.

Este Viernes el Nuevo Espacio resolvió el Problema con una declaración, en la que se reafirma en la concepción que nos motivó a impulsar la creación del FLS, también nuestro líder se ha pronunciado en el artículo que les invitamos a leer a continuación.


LA IDEA VALE Y EL SUEÑO TAMBIEN
Por Rafael Michelini

Todo ocurrió muy rápido, casi a velocidad de vértigo y para el Frente Líber Seregni (FLS), una formación política nueva y todavía no del todo estructurada, la prueba de fuego lo puso al borde del abismo. Para sorpresa de muchos y pese a todo intento de rebajarlo a ese nivel, el problema generado no es un problema de cargos, sino por el contrario, se trata de una cuestión de respeto político y de procedimientos.

Si se tratara de un problema personal de ubicación o de cargos, sería fácil arreglarlo. En cambio los procedimientos, el reconocimiento, el respeto, son factores fundamentales, que hacen a la confianza política indispensable que debemos preservar y aumentar entre los sectores para poder desarrollar una fuerza política que nos contenga y trascienda.

Las designaciones de los compañeros a ocupar responsabilidades ministeriales por parte del FLS debieron conversarse y consultarse una y otra vez, para que los criterios y las personas nominadas, contaran con el mejor y más extendido respaldo político. Y de esa forma, garantizar que los principales sectores, Asamblea Uruguay, Alianza Progresista y Nuevo Espacio, los que poseen representación parlamentaria, se sintieran cabalmente representados.

Enterarnos que los nombres de los futuros ministros, habían sido trasladados y confirmados, sin previas consultas ni discusión, fue un balde de agua fría. Le fueron comunicados al presidente electo, José Mujica, antes que a los sectores integrantes del propio FLS, sin chequeos y sin la necesaria conversación. La información recibida después, cuando los hechos estaban consumados y ya publicados en la prensa, poco importa.

Creo que si debemos elegir compañeros para tan importantes responsabilidades, en un Frente, en una confluencia de distintos sectores políticos, porque eso es el FLS, debemos realizar consultas, debemos informar y conversar con tranquilidad, para no erosionar confianzas, para construir criterios comunes y evitar graves incomodidades. Porque cuando esas confianzas se lastiman, se lastima a toda la organización política.

Las aspiraciones de los compañeros y de los grupos podían ser de distinta índole, pero el FLS las podía moderar, amoldar y encausar en sus reuniones, si le poníamos el ánimo y la voluntad necesaria para afianzar nuestra relación y nuestro funcionamiento político. Debemos aprender mucho de este episodio. Algunos opinan que es mucho lo que se ha perdido y puede que sea así. Pero también es cierto que hay mucho por salvar y construir si sabemos extraer algunas conclusiones indispensables para el futuro. Habrá que tejer y reconstruir confianzas. Y para ello el Nuevo Espacio siempre ha estado y estará abierto, dispuesto y flexible.

La idea del FLS, es un proyecto hermoso, muy valioso y de enorme potencial. Es un proyecto que conceptual y políticamente defiendo a muerte. Sintetizar a diferentes grupos, que piensan muy parecido, para que día a día y de a poco sean capaces de construir una expresión común que genere una convocatoria potente y distinta, profundamente frenteamplista, es una idea que merece mi defensa y compromiso. No es el primer espacio de confluencia y síntesis que se lleva adelante en el Frente Amplio. El Espacio 609, que tiene como columna vertebral al MPP, ha sido una experiencia muy exitosa y le ha hecho bien a todo el Frente Amplio.

El FLS intenta desarrollar un espacio político distinto, con otra composición, que amplíe la convocatoria frenteamplista y genere, sin ocultarlo, un mejor equilibrio sectorial al interior del propio Frente Amplio. El equilibrio político activo y positivo que se sintetizó en la propia fórmula presidencial frenteamplista. El equilibrio que nos permitió conseguir la mayoría parlamentaria en la primera vuelta y más claro aún, fue el artífice de nuestro triunfo, con holgura, en la segunda vuelta.

Que el FLS, sin proponérselo, pudiera ser un disparador para otras posibilidades de confluencia y unidad al interior del Frente Amplio, sería muy buena cosa. Sería mucho mejor para el Frente, para sus equilibrios, el funcionamiento y su propia capacidad de acción, contar con tres, cuatro o cinco espacios políticos, que agruparan y sintetizaran a los más de treinta grupos nacionales que lo integran. Al FLS, lo unieron muchas cosas. A pesar de lo diferente de nuestras historias y del distinto peso especifico de cada uno de los sectores, hay muchas cosas en común. Lo unieron sus jóvenes y sus trabajadores en el despliegue electoral del día a día. Lo unió la tarea parlamentaria y la gestión de nuestro gobierno. Lo unió una elección interna larga, complicada, difícil. Y nos unió también la adversidad, la enfermedad de Danilo Astori y esos más de cuarenta interminables días, luchando a brazo partido para que su candidatura no decayera.

Nos unió el resultado de la interna, ese 40% del electorado frenteamplista que conseguimos, cuando las encuestas continuamente nos relegaban a guarismos de menos del 30%. Nos unió el proceso electoral, apoyando al "Pepe" Mujica, para conquistar cinco años más de gobierno de izquierda. Nos unieron frases y conceptos muy valiosos, que tiñeron nuestros discursos en los actos callejeros: "la acumulación se logra paso a paso", "queremos ser radicales en los resultados y no en las palabras".

Nos unió la práctica y una lista común al senado. Nos unieron las alianzas locales en más de diez departamentos donde fuimos juntos, algunas incluso que compartimos con los compañeros socialistas, apoyando candidatos comunes a diputados. Y nos unió y nos une, un sueño: "construir una herramienta política, abierta y renovada, que nos represente, que sea eficaz para potenciar más aún al propio Frente Amplio, con el objetivo de desarrollar la igualdad de oportunidades para todos los habitantes de nuestro país".

Ese sueño es el que convocó a miles de frenteamplistas, que se sienten mucho más parte del Frente Líber Seregni, que del sector en particular por el que emitieron su voto. Y es tan grande ese sueño, que muchos, pero muchos, volvieron a sentir nuevamente ganas de militar, de hacer política, después de muy largo tiempo. Y también se acercaron y se plegaron a este emprendimiento político, cientos de jóvenes que participan en la izquierda por primera vez. Nadie pensó que la realidad nos golpeara tan rápido y nos desacomodara tan pronto. Pero la idea vale y el sueño también. Y eso mismo, ir a la búsqueda del sueño, es la esencia de la política.

Debemos comprender mejor la naturaleza del FLS. Pero para empezar es un frente y por lo tanto, hay que corregir y cuidar los procedimientos. Hay que curar heridas y ajustar de aquí en más, formas de coordinación y sobre todo, en la toma de nuestras decisiones. Debemos recuperar confianzas y privilegiar la formación del consenso, como había sido hasta el momento en que surgió el problema. Para ello, todos debemos dar demostraciones nítidas y pasos concretos, necesitamos mayor fluidez en el diálogo, mayor capacidad para asumir y corregir posiciones colectivas y con humildad, reconocer nuestros errores.

No tuvimos un buen comienzo. Va haber dolores y heridas que de seguro, se mantendrán por algún tiempo. Pero repito, la idea vale y el sueño también. Por eso, no tengan dudas, ahí estará el Nuevo Espacio. En esta, mi última contratapa del año, quería dejarlo muy en claro.