Adios a un querido compañero

En el día de hoy nos dejó Elmer Cesar, y con él se nos va un gran luchador, de los muchos que forjaron la Utopía de un Gobierno Progresista y de los también muchos que ya con esa meta alcanzada, siguen luchando con todas las ganas para que los logros alcanzados no vuelvan para atrás.
Con el dolor en el alma, por la pérdida de un gran compañero, y en mi caso de un querido familiar; pero aprendiendo de él la forma en que siempre estuvo en las difíciles, con la energía y solidaridad necesarias para afrontar las peores situaciones que nos tocó vivir, es que Elmer estará presente en todos nosotros de aquí por siempre.
Elmer tuvo la habilidad de administrar correctamente las alegrías de los buenos momentos, para conservar las fuerzas necesarias con que afrontar las peores situaciones. Sin los altibajos de las euforias y depresiones, Elmer siempre estaba disponible para colaborar activamente con quien lo precisara, y vaya si lo precisamos todos y cada uno de los que lo tratamos y quisimos.

Aunque desde la emoción es difícil comprender, en su verdadera magnitud, la enorme pérdida que nos impuso este hecho, me veo en la necesidad imperiosa de compartir con todos los que así lo quieran, el paradigma que Elmer forjó en mis sentimientos.
En su calidad de amigo y consejero, fue la síntesis de la sensatez, no incitando a la lucha si no iba a luchar y comprometiéndose con cada causa justa con todas sus energías.
Como primera meta, en esta etapa en que afrontaremos el futuro desde la Fuerza Política del FA, bregó por la Unidad, porque entendió que en cuestiones de la sociedad solidaria las soluciones deben emanar de todos los involucrados; pero una Unidad para los logros era su desvelo de los últimos momentos.
Para mi Elmer fue siempre un guía, un referente a quien consultar, siendo en ese sentido - mucho más que la escasa diferencia de edades - el cúmulo de vivencias encaradas por él lo que le hacía un experimentado analista, además, por supuesto, del compromiso personal que asumía con sus consejos.
Yo sé que él se sentía respetado y querido, se sentía pleno en muchos aspectos, porque quien influye positivamente en la vida de los demás acumula el tiempo dedicado en ello, tantas veces como amigos cosecha de esa manera. En ese sentido Elmer tenía mucho más años que su edad biológica, y esos años, acumulados con su entrega en las causas justas, asegurarán el recuerdo de la Sociedad minuana por siempre.
Hasta Siempre Elmer