Equidad de Género y el abuelo José

Nada mejor para entender y querer los cambios que sentirlos desde la óptica de quienes, con los argumentos y vivencias originales que fundamentaron las costumbre y pensamientos que fueron cambiando, argumentaban en pro del Status Quo en los momentos de los cambios; en mi caso puedo recordar las conversaciones con el abuelo José, sobre el tema que nos ocupa.

Con origen en una de las comarcas de Suiza más aislada y tradicionalista, Monte Brè, Lugano, Cantón Ticino, fue integrante de una familia de emigrantes orgullosos de su Suiza: con sus tradiciones, costumbres y sistema político. Nació del matrimonio de los primos hermanos Taddei: Cristoforo y Europa, siendo el primogénito de 6 hermanos, una mujer, la mayor, y cinco varones, entre ellos el conocido pintor suizo Luigi Taddei Taddei (abrir aqui)
La Suiza de la primera mitad del siglo 20 fue el Paradigma Occidental de la segregación femenina del quehacer ciudadano; en todos sus aspectos, sin derecho ni al Voto, ni a trasmitir la ciudadanía a sus hijos, la mujer suiza perdía la suya propia si se casaba con un extranjero. El propio sistema Suizo, con una democracia directa ejemplar y con gran autonomía entre las diferentes localidades, hizo lento y trabajoso, pero con la firmeza propia de esa democracia directa y descentralizada, los cambios que se produjeron y que todavía se están produciendo, para igualar a la mujer con el hombre en los derechos ciudadanos. Esta inercia para los cambios, propia de la participación ciudadana, hace que los cambios se produzcan lentos pero con firmeza, porque los mismos no son producto de visionarios ni iluminados, sinó de las leyes de la vida ciudadana, en una evolución progresista y validada por la sinergia de un sistema político de tales características, impidiendo los vaivenes en los cambios que son comunes en los sistemas que se gestionan con las ideas de los "gurúes" de moda.
La línea filosófica del abuelo José estaba marcada por su frase preferida, que la hacía rimar así: "Nada es Verdad ni Mentira, Todo es según el color del cristal con que se mira". Sin embargo, contradiciendo esa filosofía de vida, el abuelo José justificaba el Desplazamiento de la Mujer del Quehacer Político, de la Constitución Suiza de su época, con argumentos en defensa del Matrimonio, ya que según él la Política podría convertirse en una Pasión peligrósa para la unidad de la Familia, por lo que era mejor que sólo el hombre se ocupara de la política.
Pero el Abuelo José, al igual que las Suizas de Europa y América, fue cambiando; creo yo que ciertos sucesos de los 70's y 80's, que él pensaba superados por el sistema político oxidental, le fueron ajustando los cristales de su vida. La insensatez y necedad de ciertos hombres y la fortaleza y entrega de ciertas mujeres le hicieron reafirmar la admiración y adoración que siempre tuvo por su hermana mayor, la Zia Ana (que siempre se ocupó de sus hemanos menores). Y recuerdo cuando un día a fines de los 80's me dijo que lo que se precisaba en Uruguay era una Mujer en la Presidencia, argumentando simplemente que las mujeres tenían más firme el amor a los hemanos, a los hijos y a los semejantes en general.