Con alegría y propuestas, por octubre y hasta siempre

Ya estamos en Octubre, la meta se acerca, y con ella crece nuestra alegría de estar afirmando y consolidando el camino hacia un Uruguay honrado y con la equidad de oportunidades que tanto merecen nuestras niñas y niños. Y por derivación también nos lo merecemos nosotros,
porque son nuestras niñas y niños nuestro futuro. Son ellos nuestra garantía de una vejez digna.
Y todo lo que hagamos para asegurar el camino del crecimiento con justicia social lo merece nuestra tierra adentro, nuestro campo afuera; lo merece el interior profundo de Lavalleja. Porque ya no hay razón para que algunos se crean más que otros porque sus ancestros se adueñaron de lo que era de todos. Ya no es moral asegurar el futuro de los hijos de los ricos por medios de las ventajas competitivas, evitando la equidad de oportunidades con el hijo del Peón, al negarle la educación y la salud que se le brinda al hijo del adinerado.
Y si bien en teoría nadie puede decir que no está de acuerdo en que todos vivamos mejor, existen las diferencias en la concepción de como lograrlo.
Nosotros no vamos a trasladar los dolores del crecimiento a los menos agraciados, con frases huecas de "crecer primero", porque no concebimos el crecimiento desparejo, que provoca dolores a caudçsa de las tensiones sociales que implica agrandar las brechas cuando se crece, y tampoco vamos a propiciar la especulación de las crisis, y eso lo vamos a evitar como se evitó en la mayor crisis económica del mundo de los últimos tiempos, que encotró al Uruguay con un Gobierno Progresista y Honrado que pudo defendernos como nunca antes hubieramos imaginado.
La crisis no pudo con el Fente Amplio, y eso es una demostración de donde está la razón.