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28 de marzo de 2009

Desde Wilson a Tabaré

El 20 de febrero y 22 y 24 de marzo, hemos sido convocados en Lavalleja para la permanencia de una utopía; ... una utopía hecha realidad en octubre de 2004, recién después de muchos años de lucha y de permanecer invariablemente como una fuerza para el cambio constructivo del Uruguay. Fuerza a la que se le opusieron obstáculos de todo tipo: desde las urgencias de los que queríamos las cosas YA; pasando por los temores propios del ser humano ante los cambios; hasta las estrategias más inhumanas, desarrolladas por sectores privilegiados o advenedizos, aliados por siempre a políticas extranjeras de sometimiento económico de los pueblos libres.

Yo mismo doy fe de lo primero, porque el convencimiento que fui generando en mí, para sumarme finalmente a esta fuerza política con mi militancia, surgió luego de transitar por otras opciones, que en su momento me parecieron más posibles en la inmediatez; pero que a la postre carecieron de la fuerza y participación de la gente (que son los genuinos actores de los cambios constructivos). Siendo por lo tanto esas opciones meras ilusiones que retardaron los cambios en favor del pueblo.


Efectivamente, a mi me deslumbró el wilsonismo original y de izquierda de "Nuestro compromiso con Usted", y no reniego ni me arrepiento de mi militancia en las instancias que lo hice en el Partido Nacional, porque no flaquee yo en lo que queríamos para el Uruguay, flaquearon ante los primeros tropiezos los responsables de mantener aquel patrimonio político: los depositarios de la confianza popular.
Pero a diferencia de aquel wilsonismo, que aún me enorgullece, la Fuerza de cambio constructivo del Frente Amplio perduró en lo esencial y fundamental, aún bajo los peores tropiezos y tormentos inimaginables.

A mi me fue muy fácil y racional dar este paso (al Frente), porque solamente permanecí firme en mis convicciones para el cambio, mientras mi entorno político involucionaba hacia la desaparición de lo que me había convocado, desapareciendo el cerno para quedar la cáscara. Y si siento alguna nostalgia la siento por un lapso en que Por la Patria y el Frente Amplio convergimos en metas y principios, y que pudimos retomar en esta Administración, .. pero el cartero no toca a la misma puerta dos veces y los responsables de abrir el camino del entendimiento desoyeron la oportunidad que se tenía para potenciar el proceso que se iniciaba en 2005, por sobre cualquier consideración de cuotas de cargos; entonces mi militancia en volver a coincidir ya no tuvo sentido; al igual que tampoco pude en su momento extender aquellas coincidencias: a través del Movimiento de Rocha en oportunidad del voto verde y de la Secretaría de Asuntos Sociales en las causas gremiales.
Y si yo voté al Frente Amplio en octubre del 2004 fue por mi convicción de proteger al wilsonismo original, porque no quería un Ballotage que impusiera alianzas con la Derecha, porque la izquierda wilsonista no admite ese tipo de aliados bisagra. Y que no me digan que no era de izquierda, porque eso no lo creyó nunca la derecha de este País.

Tal vez a muchos de mis buenos amigos del Partido Nacional les sea más difícil aceptar que el Frente Amplio es ahora la única izquierda en el paisito. Muchos de ellos se enorgullecen de ser "blancos hasta los huesos", vanagloriándose de la divisa que enarbolaron sus ancestros en defensa de los derechos; a otros todavía les sangran las heridas del "Pacto del Club Naval", que la temprana desaparición de Wilson impidió cerrar; pero sé y confío en que me comprenden y que en lo más íntimo comparten los cambios progresistas y solidarios que se están consolidando, porque ante nada y ante todo los sé wilsonistas.

Para finalizar quiero también dirigirme a los que ahora se desesperan para que los cambios sean Ya y todos juntos, dándole la espalda a la Fuerza del Frente Amplio en la que antes creyeron y construyeron, profundizando en lo parcial sus críticas a este Gobierno y coqueteando con la Derecha. A ellos me dirijo para que no se dejen estafar por los apuros y las "media verdades". Y para ello no me viene a la memoria nada mejor que las palabras que Wilson pronunció en 1972, en el Club Uruguay de Minas de aquellos tiempos, cuándo ante la estafa flagrante e impune de las elecciones, y ante la pregunta de un minuano respecto a: "¿Qué hacemos ahora?", nos dijo: "Y ahora a apretarse los cinturones y aguantar 5 años"; ... Pero fueron muchos más, porque la Derecha se las ingenió y pergenió para perdurar muchos años más, no haciéndole asco a ningún recurso para combatir a la Izquierda de este País; y los cambios no hubieran llegado nunca si no fuera por la integridad y permanencia del Frente Amplio como una fuerza constructiva, captando progresiva y acumulativamente, vinieran de donde vinieran, a los Obreros de los Cambios de este País.

¡¡ Viva Wilson,... Viva Seregni, ... Viva la Izquierda Unida!!

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